No sé como las páginas de la esperanza se van desgajando de mí,
me alegraba ver que uno u otro viento enardecían mi corazón, llenaban de sangre
mis manos y mi pecho se insuflaba de alegría, creo que es el planeta que no me
deja morir sin alegría, mi chochez, pretendía ver, signos de vida en el osario
existencial, y estiraba sus fibras
aumentaba mis mitocondrias, y con mi
canto atraía, la velocidad de tormenta, pero de repente Martincito se muestra como lo
que era antes de viajar a los EEUU, regresa y agacha la cabeza frente a la
virago y sus monstruos, su gente cada día se desenmascara , por supuesto la traición
supura, los que algo leyeron y
digirieron, le incitan a la cobardía , mientras los de la botica preparan sus
pociones mas venenosas, pero mira hombre de Dios quien extrañara a la chantajista
de la Aramayo, al monstruo del altiplano, da el paso siguiente ¡libéranos! No entendemos
que leyes permiten al asesino postular a la Alcaldía, al Juez corrupto
dictar leyes, ¿es lo que te dijeron que hagas en Nueva York?, tanto ¿ofrecen
los corruptos A la metrópoli? Tanto dinero
hay en nuestra pobre Patria , para dejarlos abandonados a las ratas?
No hay duda que la china ganó perdiendo en el Perú
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