¡a la reja! Gritaron los jueces, hay que encarcelar al anciano asesino, y no liberar a los ancianos que por pensar en
el Perú libre están prisioneros de por vida, por creer en este país, no contaban con la sucia trampa que cranearon
en Washington, luego de corromper todas las instituciones, simularon la marcha
contra la corrupción, para sacar al anciano asesino del poder, este se repartió
entre los supervivientes y en los de la marcha, estos querían enriquecerse como
lo hicieron los cómplices del asesino y aprendieron de la corrupción de los
jueces en donde se enquisto la mafia y con los trepadores que les convenía con
un poder electoral pero les salió mal, con el curinci de Toledo, la tangarana de Alan García y la Isula de Humala,
sus hembras hambrientas. Cuando tomaron
el poder , se llevaron hasta a los “ilustres” magistrados encaramados en los
escritorios, construyeron palacios para sus devaneos mientras el pueblo
confiado en la sapiencia de los ladrones vieron desaparecer el País a tal
extremo que los dueños del norte se alarmaron y al ver el ver el fracaso de su
connacional, decidieron darle la oportunidad a Martin y a costa de su cobardía
tuvo que poner a la cárcel al asesino para tratar de calmar a la heredera, al
fin los oportunistas saben que este juego es peligroso y arrasa hasta con los
viejos y la familia ¿pero que saben de
familia estos apátridas?
Esperaremos las consecuencias, o sino…………. Otra vuelta a la
tuerca de nuestro ignominioso presente.
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